La Quilmes Sessions tuvo su bautismo y decidió celebrarlo en Niceto. Diversidad de estilos y de pistas convergieron en simultáneo para sorpresa de muchos. ¿Fiebre de sábado por la noche?
La oferta de todo tipo de festivales y géneros musicales hizo que cada vez más haya gente ávida de curiosidad y con ganas de experimentar otros ámbitos. La Quilmes Sessions hizo su primera incursión, aprovechando la fiebre festivalera que impera por estos días, y arrojó resultados magros y otros no tanto.
Mientras el ahora prohibitivo humo –curiosamente- decía presente de nuevo y el sponsor oficial de dicho evento vendía su producto, aún más curioso, muy por encima de lo normal y un Lado B (Villa Diamante, Lucas Luisao y CuchoDubsystem, entre otros), que por ese entonces permanecía CERRADO, la gente ya se había acercado en buen número. *Aprovechando el momento de desconcierto generalizado, Capri daba el presente.
Una vez abierto el Lado B, los sonidos de música negra no se hicieron esperar. En lo que casi fue una suerte de tres fiestas en una (Zizek los miércoles, 5006 Dub también los miércoles y +160 los martes), los referentes de dichas fiestas se despacharon de lo lindo con géneros como el Dub, Rocksteady, Hip-Hop, Reggaetón y Drum & Bass, conformando así una especie de Freestyle e invitando a MC’s y a la gente a que tomen el micrófono e improvisen sobre las pistas que se sucedían una detrás de otra. Realmente esa era SU fiesta.
¿Acaso existe el género “Techno Tribunero”? De acuerdo, si bien desconocemos si existe o no, la Zuker XP bien podría adjudicarse cierta etiqueta. Como no podía ser menos, Zuker abre el fuego con “Seven Nation Army”. Acto seguido: la gente enloquece, corea el riff como si fuera un canto de cancha, saltan y vivan como enajenados. Estamos ante un nuevo fenómeno: la popularización de la electrónica.
Mientras tanto, en un cada vez más agitado Lado B, un patova de inmensas proporciones “invitaba” de manera imperante a que “pasemos a la otra pista” (¿?) Eran las 5am; apenas una hora y media desde que habían abierto sus puertas…
La contra-cara. En el main staige, Fabián Dellamónica, “el talibán de las bandejas”, tomaba la posta. Ese hierro caliente que le había dejado la Zuker XP no hizo mella en él y demostró que él solito también puede entretener a la gente y hacerla danzar hasta perder la conciencia.
Diversidad, contrastes, sabores varios. La primera Quilmes Sessions no se privó de nada y sobrevivió para contarlo. Veremos si las segundas partes son realmente buenas…
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